Ya está publicado en el BOJA y, por tanto, se puede decir que es oficial la declaración de la cetrería como Bien de Interés Cultural (BIC) en Andalucía.
Este proyecto pretendía y ha conseguido, blindar a la cetrería andaluza ante los ataques de determinados sectores, sobre todo el animalismo y el colectivo anticaza. Aunque ya somos desde hace más de 10 años considerados como patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, necesitamos que, por parte de las instituciones, también se defienda y se proteja nuestra afición. Históricamente la cetrería fue antaño prohibida y hubo un grupo de cetreros liderados por Félix Rodríguez de la Fuente, que lucharon y consiguieron que se volviera a poder practicar en toda España, pero parece que este ataque continúa, y que peligraba la posibilidad de poder seguir practicando tan noble arte.
Ante tal circunstancia, todas las asociaciones cetreras de Andalucía lideradas por AECCA (Asociación Española de Cetrería y Conservación de Aves de Presa), apoyados también por la Fundación Savia, se ponen manos a la obra con un amplio equipo de trabajo para solicitar el BIC y así poder proteger nuestra pasión.
Se creó una comisión de trabajo formada por: Don Antonio Aguilera Nieves (Secretario Fundación Savia), Don Rafael Hernández Mancha (socio de AECCA, doctor en Geografía e Historia), Don José́ Ignacio Pérez López (Secretario de ACESUR, Juez Nacional de la RFEC) y Doña Macarena Rodríguez Fuente (Vocal de AECCA y bióloga) contando con la asesoría de Doña Magdalena Valor Pichiotta (Doctora en Historia).
Gracias al trabajo de todos ellos, podemos disfrutar hoy de este éxito que, sin duda, protege y cuida de un deporte, una tradición milenaria, que liga nuestro destino al de nuestras aves.
Que la cetrería sea declarada BIC significa que pasa a tener medidas de protección especiales. La administración pública a la que pertenece ese bien está obligada a establecer una estrategia de protección para su conservación.
Es por tanto un día para la alegría, para celebrar que “Un día sin Cetrería, es un día perdido”.
Por último, dar las gracias a Manuel Diego Pareja-Obregón de los Reyes por su incansable labor en defensa de la cetrería y por supuesto a Nacho, Ignacio Pérez, nuestro secretario, por su entrega en este y en otros proyectos para la defensa de nuestro arte.